Antecedentes de la Lotería en México

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La Lotería tradicional se originó en Italia, de ahí llegó a España, y finalmente a México en 1769. Inicialmente se jugaba sólo por la sociedad aristócrata mexicana en la época colonial y poco a poco fue adoptada por las demás clases sociales. Durante el siglo 19 y principios del siglo 20, había pocos pueblos en México, distantes unos de otros. Durante los fines de semana llegaban ferias ambulantes a esos pueblos y la gente iba sobre todo a jugar Lotería. El juego de Lotería es muy parecido al Bingo americano, con algunas diferencias: en el Bingo, de un tambor giratorio se escoge un número con su letra correspondiente, mientras que en la Lotería, se toma una carta con una imagen a color de un mazo de cartas.

Las versiones modernas de la Lotería tienen además el nombre del objeto al calce, y un número en la parte superior. En ambos juegos, cada jugador usa una tabla con una combinación diferente. En el Bingo la tabla del juego tiene números dispuestos al azar en la parte inferior de cada una de las letras, mientras que en la Lotería, la tabla contiene varias imágenes diversas que coinciden con las de las cartas del mazo. Muchas de las Loterías antiguas no tienen nombres ni números, ya que originalmente el juego se decía en prosa. Estas tablas se hacían de hojalata o papel y fueron pintadas por artistas populares, algunos de los cuales se especializaron en este arte.

En el Bingo, una persona anuncia las letras con sus números y los participantes los marcan en sus tablas. En la Lotería, un jugador llamado "gritón" dice un pequeño poema improvisado, o bien una pequeña frase popular relacionada con la carta (por ejemplo: "El abrigo de los pobres", para la imagen del Sol, o "El que por la boca muere", para la imagen del Pescado). Cada jugador utiliza una ficha -frecuentemente son semillas de maíz o frijolitos- para marcar el cuadro correspondiente en su tabla. En cualquiera de los juegos el jugador que llene primero su tabla gritará "¡Bingo!" o "¡Lotería!" y ganará el juego y su premio correspondiente.

La forma de "gritar" la Lotería depende del contexto social en el que se está jugando. En una Iglesia, por ejemplo, los versos de la Lotería se entonan de manera conservadora, mientras que en ciertos ambientes de personas adultas pueden tener un lenguaje más atrevido y en doble sentido. La sátira y los asuntos relacionados con hechos actuales o de política son muchas veces usados para describir las imágenes de la Lotería, de hecho, siempre ha existido la relación de la imagen con la crítica social.
La Lotería ha sido un juego de azar que ha servido como un pasatiempo, y también con propósitos educativos. Debido a que las cartas de la Lotería incluyen la descripción de la imagen, éstas son utilizadas para enseñar a leer, a escribir, historia y valores sociales. En los Estados Unidos, muchos maestros bilingües usan este juego como una herramienta para enseñar.

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